GPAR y el Ayuntamiento de Rute ponen en marcha tres campañas para las mascotas

  • Una supervisará el cumplimiento de la normativa sobre implantación del microchip y recogida de excrementos

  • Las otras dos ayudan a costear la esterilización de perros y gatos, así como la vacunación antirrábica

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Tanto desde la protectora como a nivel municipal se ha apelado a la responsabilidad que conlleva tener una mascota

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El Grupo Protector de Animales de Rute, GPAR, y el Ayuntamiento, a través de la delegación de Medioambiente y la Policía Local, se han unido para promover tres campañas relacionadas con las mascotas. La primera corresponde a la identificación correcta de la mascota a través del microchip  y la recogida de excrementos de la vía pública, y a nivel informativo se va a prolongar durante tres meses. Como ha recordado el concejal del área, José Macías, ambas cuestiones son obligatorias para los propietarios. Así lo refleja la Ley 11/2003 de Protección de los Animales de Andalucía. En este sentido, el jefe de la Policía Local, Antonio Flores, ha remarcado que las sanciones si un perro hace sus necesidades en vía pública y no se recogen pueden ir de 75 a 500 euros.

  • Hay muchos bulos sobre la esterilización que sólo sirven para crear confusión y al final derivan en más abandonos
  • La idea es no poner ninguna sanción, sino que la gente se conciencie y asuma sus responsabilidades

Según ha explicado, la campaña se va a prolongar durante tres meses. Si se detectara alguna anomalía respecto al microchip, se avisaría al dueño, que tendría quince días para normalizar la situación. En cuanto a la circulación de animales por la vía pública, ha insistido en que no pueden hacerlo sin correa, ni entrar en establecimientos públicos, “salvo autorización expresa”. Asimismo, los de razas peligrosas o un peso por encima de los veinte kilos deberán llevar bozal. En estos casos, si se produce alguna infracción se procederá directamente a la sanción. Por último, el jefe de la Policía ha dejado claro que no se puede alimentar los focos de gatos abandonados, en referencia a un foco detectado en nuestro término municipal.

Macías ha añadido además que el cumplimiento del microchip es condición necesaria para beneficiarse de las otras dos campañas que pone en marcha la asociación. Una es referente a la esterilización de perros y gatos domésticos. Según ha detallado la presidenta de GPAR, Lydia Molina, responde a “uno de los mayores problemas” a los que se enfrenta la asociación, como es la sobrepoblación animal. Con frecuencia se encuentran “camadas completas”, ya sea con aviso previo, sin él o en contenedores. Molina ha apuntado que esto sólo se puede controlar castrando al animal. En este sentido, ha desmentido “muchas leyendas urbanas” que circulan al respecto. Esos “bulos” sólo sirven para crear confusión “y al final derivan en más abandonos”.

La campaña se hace en colaboración con las clínicas veterinarias de Rute y abarca veinte ejemplares de cada sexo. Para ello, hay una bonificación de 20 euros en los animales machos, y de cuarenta en las hembras, ya que el coste en ambos casos no es igual. Se va a llevar a cabo desde el 1 de abril y hasta el 30 de junio, o hasta agotar bonos. Estos bonos se pueden adquirir en la peluquería canina Perro Chulo, donde se halla la tienda solidaria de GPAR. De similares características es la campaña de vacunación antirrábica, aunque en este caso se va a prolongar hasta el 31 de octubre. Para esta campaña, según ha explicado Nuria Matas, vocal de la protectora, los 120 bonos disponibles cubren una ayuda de 5 euros.

Como ocurre con el microchip, la vacunación es también obligatoria. Aunque la de esterilización es voluntaria, Macías ha apelado a la responsabilidad para evitar la proliferación de esas camadas de cachorros abandonados. A la larga, beneficia a los propios animales y a la salud pública. En el caso de las vacunas o la recogida de excrementos, no es sólo una cuestión de higiene sino precisamente un problema de salud pública, “por ser focos de parásitos”. Por eso, concluye que ninguna de estas campañas persigue un afán recaudatorio. De hecho, la idea es no poner ninguna sanción, sino que la gente se conciencie “y asuma las responsabilidades de los animales de los que son dueños”.

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