Arranca el Carnaval de Rute con el homenaje unánime a José María Benítez en el certamen de agrupaciones

Representantes de las cuatro agrupaciones  reivindicaron la necesidad de que Rute cuente con un teatro para eventos como  este certamen

Representantes de las cuatro agrupaciones reivindicaron la necesidad de que Rute cuente con un teatro para eventos como este certamen

Llegó uno de los eventos más esperados del año en Rute. El Carnaval ha ido creciendo en las dos últimas décadas hasta convertirse en uno de los momentos más participativos del municipio, en cualquiera de sus manifestaciones. El programa de actos arrancaba el primer día de marzo con el certamen de agrupaciones. Era sólo un aperitivo de todo lo que espera hasta el día 9. Para esta edición, se ha contado con cuatro agrupaciones de Rute, más dos invitadas. Por comparación con el año pasado, la cifra es inferior. Pese a la incuestionable tradición carnavalera que hay en Rute, siempre se ha dicho que lo más difícil es mantener a un grupo que pueda acudir con regularidad a los ensayos desde cinco o seis meses antes. Los horarios laborales y sobre todo la escasa disponibilidad de quienes están fuera estudiando o trabajando dificultan tal objetivo. Hay agrupaciones que sólo pueden ensayar con todos sus integrantes a partir del viernes y los dos días del fin de semana, y aun así persisten.

Es sólo una muestra de su voluntad de ser parte del Carnaval. Otra prueba se ve cuando se hace inevitable (y dolorosa) la decisión de no salir. Los que pueden “se refugian” en otras agrupaciones. Así ha ocurrido ahora. Por ejemplo, la llamada “chirigota del Willy” ha “repescado” a varios integrantes de la que se alzó hace dos años con el primer premio como “La banda del Capitán Pellejo”, y a un par de “ladrones” de la comparsa. Algo parecido han hecho en la chirigota de “Los Mocitos”, que han recibido con los brazos abiertos a Cortés y Andresillo, otros “ladrones reinsertados”. En cuanto a las chicas, este año no hemos podido disfrutar de “El cielo de Hélade”. Sus compañeras de SVAC siguen dando guerra, en el buen sentido. En realidad, su intención ha sido poner orden, con su tipo de agentes antidisturbios en “Tos a la porra”.

Y como diría la canción, unos se van y otros vienen. Si unos grupos han tenido que decir este año “hasta pronto”, hay savia nueva dispuesta a dar el relevo. No deja de ser sintomática la presencia de una “futura chirigota”. Así la describió Justo, otro carnavalero de pro que esta vez ha oficiado de presentador del certamen. Detrás del elocuente nombre de “Parque temático del vicio, rumanas y putillas de oficio” hay un grupo de jóvenes que apenas lleva un mes ensayando. No les ha dado para participar de forma oficial en esta edición. Pero al menos llegaron a mostrar en el hotel El Mirador (de nuevo sede del certamen) una parte de lo que pueden ofrecer en el futuro. También en estos días se les ve de manera espontánea en varios bares y locales de Rute.

Quienes se mantienen inalterables, al menos como agrupación, aunque haya permutas en la formación, son los responsables de “la murga de Benítez”. Después de más de tres décadas en la brecha, su nombre merece capítulo aparte. Fueron los penúltimos en actuar (cerrarían las chicas). Antes, habían abierto la noche Javier Ramírez (Willy) y sus muchachos, o sus muchachas, ya que recrean una sesión de gimnasia para embarazadas. Eso es lo que hay más allá del nombre “En este Mundial no vamos con la Roja” (a elucubrar toca). Después subieron al escenario los mocitos, esta vez como matrimonios “apoltronados” en “Adivina adivinanza, chirigota o companza”. Reflejaban cómo la convivencia de pareja se puede llegar a enfriar con los años… Bueno, tal vez algún sufrido marido no pensara igual. Antes y después del descanso, el turno fue para las dos agrupaciones invitadas: la chirigota de Benamejí “La cosa va de cuernos”, con un toro mecánico con el rostro de Rajoy, y la comparsa “Los Tururú”, de Encinas Reales, como poetas y vagabundos callejeros.

En cuanto a la murga decana del Carnaval de Rute, este año han ido nada menos que al Nepal para encontrar meditación, inspiración y el tipo adecuado: “Los hijos de Buda, y la tuya por si las moscas”. Como suele decir su alma máter, Javi Reina, al cabo de treinta años, se han disfrazado de todo lo imaginable, pero no dejó de sorprender que buscaran ideas en el Tíbet. En el fondo, quien parece que les ha inspirado más ha sido el alcalde Antonio Ruiz, a juzgar por el fotomontaje que presidía su puesta en escena. Javi Reina asegura que el regidor ruteño tiene buen carácter “y se lo ha tomado a bien”.

No se puede perder de vista el punto crítico, humorístico, sarcástico y reivindicativo que forma parte de la esencia de todo carnaval. Aparte de sentidos homenajes a los sordomudos, las abuelas o los enfermos de alzhéimer, en las letrillas han vuelto a estar presentes la crisis, el paro, la infanta o la corrupción política. Lo importante es que, si se hace desde el respeto, toda crítica es bien recibida. El concejal de Festejos, Antonio Granados, va más allá y apostilla que sirve “para ponerse las pilas”. Incluso comparte la inquietud de la pancarta común que representantes de las cuatro agrupaciones exhibieron al final de la noche, con el lema “Teatro en Rute ya”. Nadie es tan ingenuo para olvidar que la actual situación económica hace casi impensable construir ahora mismo un teatro. Pero al menos sí quisieron dejar patente el deseo de que se acometa tal proyecto tan pronto como sea posible. No ha faltado quien lamente que no se hiciera en “los años de bonanza” y se pide que no se caiga dos veces en el mismo error.

La otra acción común fue el recuerdo para el nombre propio de la noche, el antes referido, el que será siempre un referente del Carnaval de Rute: José María Benítez. Su figura ha trascendido hasta el punto de que la agrupación decana es conocida como “la murga de Benítez”, pese a los años que hacía que se había retirado del primer plano. Pero, siguiendo ese paralelismo, este año se podría hablar del “Carnaval de Benítez”. Todas las agrupaciones, sin excepción, le han dedicado un pasodoble. En algunos casos, como “las preñadas”, con el emotivo guiño a los disfraces que llevó en esos años. Y por supuesto, no faltó el de su murga. Curiosamente, podría no haber sido así. Según Javi Reina, él hubiera sido el primero que reprobara esos homenajes, pero al final pesó más el corazón que el respeto a su voluntad. En este capítulo del recuerdo, también merece ser destacado el pasodoble de las chicas a Paco de Lucía. La leyenda de la guitarra flamenca había fallecido sólo uno días antes. Pero estas peculiares agentes han tenido reflejos y valentía para, con tan poco margen de tiempo, dedicarle una copla al genio de Algeciras. Fue el colofón a una noche de arte e ingenio, pero que a su vez es sólo el punto de arranque a un evento pleno de imaginación e ingenio: el Carnaval de Rute.

Deja un comentario