El académico e historiador Juan Aranda Doncel, cierra el ciclo de charlas sobre la advocación carmelitana en Rute y provincia

  • Se refirió a los focos devocionales de la Virgen del Carmen  y a la eclosión que se produce en el siglo XVII en la provincia

  • Concluyó con una serie de reflexiones sobre el arraigo en Rute en base a las aportaciones documentales de Luis Jiménez Roldán

Jesús Manuel Redondo, Juan Carrasco, el conferenciante Juan Aranda Doncel y Dolores López

Conferencia carmelitana a cargo de Juan Aranda Doncelo

Continúan desarrollándose en Rute los actos previstos con motivo de la coronación canónica pontificia de la Virgen del Carmen, que se hará efectiva el 28 de julio. El pasado sábado 20 de enero concluyó el ciclo de conferencias de temática carmelitana que se habían programado. La primera tuvo lugar en noviembre del año pasado y corrió a cargo de Fray Dobado Fernández, prior del Convento Carmelita del Santo Ángel de Sevilla. Su ponencia versó sobre “La universalidad de la advocación carmelitana”. La segunda la protagonizaron en diciembre Javier Córdoba y Jesús Manuel Redondo, quienes se centraron en la historia del Carmen en Rute. La tercera y última ha estado a cargo de Juan Aranda Doncel, considerado uno de los principales expertos en Historia Moderna de Córdoba y Andalucía. También Juan Aranda es un importante estudioso de la religiosidad popular andaluza.

La conferencia de este académico giró sobre “La devoción a Nuestra Señora del Carmen en la diócesis de Córdoba, durante los siglos XVI al XVIII: el arraigo en la villa de Rute”. Aranda, arropado por el párroco de Rute, Juan Carrasco, y dos miembros de la comisión pro coronación, Dolores López y Jesús Manuel Redondo, se adentró en los orígenes de la advocación del Carmen en la provincia. Centró su exposición en cuatro puntos fundamentales: los focos devocionales de la Virgen del Carmen en tierras cordobesas, la gran eclosión que se produce en el siglo XVII, el arraigo de esta devoción en este territorio.

El último fue el de sus reflexiones respecto a la realidad local en base a la aportación documental aportada por Luis Jiménez Roldán. Esta documentación lleva a Aranda Doncel a plantearse una serie de interrogantes, que según dijo, pueden ser objeto de estudio futuro. En concreto, el historiador aludió al papel fundamental desempeñado por las diferentes órdenes religiosas marianas a la hora de impulsar el fervor carmelitano. Según dijo, eso explica y justifica que los primeros focos devocionales en Córdoba estén vinculados a las ramas calzadas y descalzadas del Carmen. La fundación de Calzados de Córdoba es la primera de la que se tiene constancia y data de 1542. Asimismo, habló de la labor desempeñada por los predicadores cuaresmales como instrumento para propagar la devoción carmelitana.

Finalmente, tal y como dijo el conferenciante, en base a la información aportada por Luis Jiménez, se planteó dos cuestiones: ¿la eclosión devocional del Carmen surge en Rute de manera súbita? ¿La génesis de esa devoción tiene un proceso en el tiempo, o no? En 1692 se fundó la cofradía del Carmen en Rute, pero la llamarada devocional es tal, dijo Aranda, que en 1698 se inician las obras del santuario y en tan sólo dos años, en 1700, acaban. Esto es algo que a este historiador  siempre le ha llamado la atención. De ahí que haya indagado para saber si la vía de la devoción al Carmen en Rute viene a través de los predicadores cuaresmales. Este estudioso llega  a la conclusión de que en el caso de nuestro pueblo, no es así. Según Juan Aranda, son los propios valedores locales, durante la etapa de Gobierno del cardenal Salazar, que fue quién aprobó la cofradía de Rute y el asentamiento de los carmelitas en Espejo, los responsables del fervor y del arraigo a la advocación del Carmen.

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