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Se trata de una iniciativa empresarial que nació hace tres años, promovida por dos jóvenes del municipio
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Todas las piezas están hechas con el mismo material, que ofrece infinidad de prestaciones y posibilidades
Del 4 al 20 de diciembre la planta baja del edificio cultural de la calle Fresno acoge una muestra de lo más original. De doce a dos por la mañana y de cinco y a nueve por la tarde, se pueden ver (y adquirir, llegado el caso) las piezas de Artesanía Creativos. Esta iniciativa nació hace tres años de manos de una joven pareja de Rute, Jorge Madueño y Laura Torres. Decidieron dar un giro a sus respectivas carreras profesionales y centrarse en esta empresa artesana. Desde entonces se dedican a la elaboración de joyas, relojes, complementos y piezas de decoración de lo más variopinto. Lo que las une es el denominador común de la materia prima con que están hechas todas: la arcilla polimérica. Según explica Jorge Madueño, se trata de un material “en base plástica, que se comporta como la cerámica”. Ello permite modelarla sin dificultad, “texturizar” y someterla a diferentes procesos. Con unos elementos muy básicos, se puede modelar mientras está blanda, antes de endurecerla en el proceso de horneado. De hecho, Madueño subraya que uno de los objetivos es demostrar que se puede hacer multitud de complementos y objetos decorativos “con un solo material”.
- Al estar hecha en base plástica, la arcilla polimérica tiene un punto de fusión más bajo que la cerámica y se puede hornear varias veces, lo cual permite elaborar “piezas de mucho volumen y muy complejas”
De esa materia prima, la arcilla polimérica, él y Laura adquieren “una gama básica” de veinte colores. A partir de ahí, combinándolos, consiguen completar la paleta cromática “para que el resultado sea más vistoso”. En cuanto a las herramientas de trabajo, también son muy básicas. Utilizan una laminadora de pasta, “para pasar la masa y que quede homogénea”; un rodillo para amasar, una cuchilla para cortar y unos “palos moldeadores”, unos pinceles de goma “para dar forma y contorno”. Otro aspecto que destaca de la arcilla polimérica respecto a la cerámica convencional es que, al estar hecha en base plástica, tiene un punto de fusión más bajo, a 130 grados, y se puede hornear “infinidad de veces”. Ello permite elaborar “piezas de mucho volumen y muy complejas”. Al mismo tiempo, da cabida a muchas texturas, de manera que hay piezas brillantes, otras mate e incluso algunas que recrean relieves siendo lisas.
La arcilla polimérica nació como material escolar, “como una plastilina que se horneaba”. Después se le aplicaría una técnica japonesa denominada “neriage”, que permite generar esos dibujos tan complejos. Según este artesano, la “magia” reside en la combinación de color. Asimismo, subraya que es un material “muy ligero”. Por comparación con la joyería convencional, se llegan a diseñar piezas muy grandes que no pesan. Madueño asegura que una persona que use algunos de sus pendientes “no se entera de que los lleva”. Por completar su versatilidad, ni siquiera es un material especialmente frágil. Las creaciones de mayor volumen pueden resultar más delicadas, “pero en general es muy resistente”.
Al ser un material muy versátil, con el que se pueden elaborar productos tan diversos, se hace difícil calcular las horas que se invierten en cada uno. Con todo, matiza que lo que más se lleva es el diseño del dibujo. La pieza en sí, en proporción, no consume tanto tiempo. Por tanto, en referencia al nombre de la empresa, confirma que la parte creativa requiere más dedicación que la parte artesana. En este sentido, la ventaja que ofrece el proceso es que si en un momento dado no fluyen las ideas pueden dedicarse a otra cuestión más artesanal. Jorge y Laura dan mucha importancia a esa faceta creativa. No en vano, todas las piezas de su colección son únicas. Precisamente por el hecho de diseñar “dos personas en la misma casa”, asegura que pueden abaratar costes y ofrecer precios “muy competitivos”.
